Autor: Econ. Santiago Cobo Ch.
Profesional de amplia trayectoria en empresas del sector asegurador y entidades del sector público, con enfoque comercial, técnico y sólidos conocimientos de operaciones, manejo de eficiencia, valoración financiera de crédito y riesgo. Actualmente es gerente en C & H Ajustes y catedrático universitario de la USFQ, UDLA e ISRAEL en materias de seguros, así como de otros institutos relacionados también con capacitación para la industria aseguradora como el IBPF.
Debemos partir reconociendo que los ecuatorianos no somos preventivos y esto se refleja en la contratación de seguros en el país, siendo más usual la adquisición por temas reactivos ante situaciones exógenas. Así sucedió en el 2015 ante la alerta de erupción del volcán Cotopaxi, cuando se reflejó un importante crecimiento en el ramo de incendio y al año siguiente el porcentaje de renovación no superó el 20%. Esto también sucedió en los años de pandemia, tiempo en el cual por primera vez el ramo de Vida Grupo supera en montos al ramo de vehículos, cifras que se reflejan en diciembre 2019, ya que hasta septiembre del mismo año, siempre lideró el ramo de vehículos como el principal generador de primaje.
En el año 2020 el seguro de vehículos reflejó una producción de USD 341,5 millones, es decir 60 millones menos que el año 2019. Los ecuatorianos al sufrir la pandemia restaron prioridad a estas pólizas, dato que se comprueba con esta caída del casi 15%. En cuanto al resultado técnico del ramo, las 22 aseguradoras autorizadas en el país para operar el mismo, generaron resultados positivos en el año 2020 ya que el costo total de siniestros cayó en 27,4% originando cifras muy positivas en resultado técnico.
Lamentablemente en el 2021, año en que la pandemia y sus efectos fueron disminuyendo el crecimiento, el ramo no alcanzó los resultados prepandemia, ya que su primaje alcanzó USD 342,7 millones; es decir solamente un millón adicional al 2020.
Otro dato para recalcar son las primas promedio del ramo de vehículos, las cuales generan una liquidez importante a las aseguradoras, y que han bajado de manera considerable, alcanzando un promedio de USD 850 anuales, es decir que el pago promedio mensual por el seguro vehicular no llega a USD 75, valor que no se compara con la tranquilidad de estar protegido. Esto refleja que lamentablemente el ecuatoriano no prioriza este rubro como en otros países, donde el valor de seguros se incluye en la canasta básica de gastos de una familia.
Por otro lado, el siniestro promedio de las diferentes empresas no es menor a USD 1.500,00; compuesto en el 70% por el precio de repuestos y el 30% en mano de obra, lo que significa que las aseguradoras deben asegurar dos carros para pagar un siniestro.
En base al dato del primaje de vehículos del año 2021, los vehículos asegurados alcanzaron un poco más de 403 mil unidades, y de acuerdo a cifras publicadas de la AEADE las ventas de vehículos en el 2021 llegaron a las 119,3 mil unidades, situando según la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (CINAE) el parque automotor en 2.632.395 unidades en el último año.
Tomando en consideración el parque automotor y buscando analizar los riesgos aceptados por las aseguradoras, las cuales no incluyen vehículos que superen los 15 años promedio, podemos determinar que el 69% es asegurable.
Basados en los datos mencionados, el aseguramiento de vehículos menores de 15 años bordea el 30% y del parque automotor completo el 15%, donde se demuestra a la saciedad que el ecuatoriano no tiene una cultura vasta en asegurabilidad y que las probabilidades de tener un accidente donde se involucre un vehículo no asegurado, llega al 70 %.
Los ecuatorianos deberíamos entender que la tranquilidad que genera estar asegurado no tiene precio, además de que las compañías de seguros buscan implementar coberturas de pago y por ende pagar reclamos, no negarlos, por lo que se debería trabajar con campañas de concientización de la importancia del seguro y sus beneficios, para que los ecuatorianos dejen de dudar de su eficacia.
Es importante mencionar la relación directamente proporcional que existe entre el crecimiento del país y la actividad aseguradora, es así que en los años que hubo retroceso económico, el sector de seguros disminuyó su producción, no en la misma magnitud, pero con el mayor retroceso reflejado desde que estamos dolarizados en el año 2020.
Expectativas 2022
Las cifras del sector asegurador a junio 2022 son alentadoras, ya que en el ramo de vehículos alcanzan los USD 178.6 millones, 10% mayor al 2021, lo cual denota la mejora en las ventas de vehículos en este año y en la asegurabilidad, pero al comparar con los datos prepandémicos del año 2019, las cifras llegaron a un primaje de USD 212,7 millones, es decir 16% mayor a lo obtenido en el presente año.
Considerando que el crecimiento o decrecimiento del mercado asegurador va de la mano con la situación económica del país, vimos que en el año 2020 la caída del PIB por la pandemia fue del 7,8% y aunque el sector asegurador no llegó a ese nivel, su disminución llegó al 5,6% pasando de los USD 1.797 a USD 1.695,8 millones. Así mismo los datos nos demuestran que, aunque el mercado se recuperó en el 2021 llegando a USD 1.711 millones, no alcanza los niveles del 2019.
La gran noticia, es que se demuestra que el mercado asegurador en un sector con gran potencial de crecimiento, ya que este año a junio alcanzó el valor de USD 977,8 millones en todos los ramos y si asumimos que el crecimiento fuera lineal, se llegaría a obtener el año récord en primaje con valores nominales, superando los USD 1.950 millones.